Los fundamentos del coaching son la conciencia de lo que sucede a mi alrededor y como interactuó con ello, de mis creencias que tengo de las cuales me llevan a vivir, a hacer y a ser como soy actualmente y la responsabilidad de mi vida, soy totalmente responsable de todo lo que me sucede en la vida, soy dueño y señor de ella, por lo tanto, cuando quiere puedo cambiar la dirección y contenido de ella.
El coaching está basado en el arte de la mayéutica, de la pregunta abierta, no directiva, con base conocida en la mayéutica, técnica que usaba Sócrates en sus clases con sus alumnos y demás personas de su entorno.
Sócrates hacia preguntas para despertar la conciencia de su interlocutor, pero no daba soluciones de que debía de hacer.
El principal objetivo de Sócrates, era el dialogo, crear autoconocimiento del individuo, hacía que la otra reconociera su propia ignorancia sobre el mismo, de echo este es el primer paso en el proceso del coaching reconocer que haga, para que lo hago, y si me lleva a mi situación deseada, de esta manera coaching reconocer que haga, para que lo hago, y si me lleva a se podía validar la propia ignorancia de sí mismo y desde ahí iniciar que quiero, para que lo quiero, como lo voy a conseguir y cuando.
El criterio es que no podemos confiar en lo que pensamos ya que en ocasiones está basado en ideas irracionales, sin coherencia.
El conocimiento verdadero se encuentra en nuestro interior, en nuestra mente más espiritual, y podemos hallarla a través de la pregunta, que nos hace reflexionar, sobre nuestros deseos más íntimos, ocultos y casi perdidos. Nuestra misión y visión es encontrar ese pensamiento que nos emociona cada vez que se nos presenta de forma fortuita e inesperada, por ello hay que conocerse a uno mismo y pensar cada día en ello, no dejarse llevar por los que hacer infinitos del día a día, que nos lleva a la situación que no deseamos.
Las preguntas abiertas son la herramienta más importante de un coach, aprender a formular la pregunta es un arte que nos ha transmitido Sócrates.
El método socrático es una forma de hablar, para alcanzar la verdad que cada uno tenemos y no sabemos ni siquiera que existe, se consigue cuestionando los conceptos formados, transferidos o adquiridos en el transcurso de la vida.
Lo conseguía con la ironía, Sócrates a través de ella lograba que la otra persona reconociese su propia ignorancia y desde ahí iniciar la búsqueda de su verdad.
Además, lo conseguía a través de la pregunta, la mayéutica, en preguntar para que la otra persona definiera con exactitud qué es lo que quería desde su interior, de su corazón. Mientras más correcta era esa definición más cerca de la verdad estaba. Por ello la pregunta tenía que ser poderosa, hacer que la otra persona reflexionara hasta el punto de sentirse mal, de reconocer que no sabía que quería ni para que hacia lo que hacia y desde ahí crear acciones que si le llevaran a su situación deseada.
Los coaches somos ignorantes en lo que se refiere a transferir conocimiento, experiencias, consejos ni ideas para intentar ayudar al coachee (cliente), no tienen ningún valor, solo está allí para acompañar a que la persona halle su verdad y dirija sus acciones hacia ello.
Es así que el coach no necesita saber nada de la vida del coachee, lo único que si debe saber y aplicar es el arte de la pregunta a través de la disciplina del coaching y del coach.