El coaching no directivo no se centra en el problema u objetivo a alcanzar, sino en lo que la persona quiere, tanto en conseguir objetivos o abordar problemas que tenga. Acompañarla para que logre un nivel de conciencia que le haga descubrir por si mismo que necesita o quiere conseguir.
El coach no promete ni decide que éxito deberá tener el cliente/coachee, ya que su figura es solo de acompañar los descubrimientos que el cliente haga del mismo y desde ahí potenciarlos con los medios de que disponga. El plan de acción para conseguir el objetivo propuesto lo hace el cliente, el coach hace de testigo del compromiso que toma el cliente.
El coaching tiene dos caras muy significativas, la reflexión y la acción, la reflexión para darse cuenta de su situación actual y la acción para el aprendizaje que debe tomar para alcanzar sus metas. Por lo tanto para desarrollar las virtudes, la acción correcta es la conciencia, la decisión y la voluntad. Traducidos en términos del coaching, la acción debe estar determinada por la conciencia, la auto creencia y la responsabilidad.
La influencia del coaching, en los años decae la psicología humanista y nace el coaching como nueva metodología del desarrollo del potencial humano, recoge la filosofía de dicha disciplina para formar parte fundamental de la actividad del coaching.
La filosofía existencialista, como fuente de la psicología humanista considera la existencia individual como el eje central en torno al cual se configura la personalidad y la influencia del coaching lo toma como valor propio. Lo peculiar de la existencia humana es que podemos tener conciencia, darnos cuenta de nuestra realidad, tanto lo bueno que podemos tener en la vida como lo malo, lo no deseado que también es nuestro.
Hablar de coaching es hablar de potencial humano a través de la conciencia, la responsabilidad, la libertad y la voluntad, el ser humano puede elegir su proyecto de vida, dice lo mismo que la filosofía existencialista.
La psicología humanista influenciada por la filosofía existencialista se preocupa por el “como” de la realización del hombre ejerciendo la conciencia, libertad y la propia voluntad, este concepto se aplica en toda las practicas del coaching.
El sentido y propósito de la vida del hombre derivado del existencialismo es uno de los trasfondos del coaching que se basa y se centra en la persona, la conciencia, la responsabilidad y la libertad. La relación de la filosofía existencialista y el coachng radica en que el hombre puede elegir su proyecto de vida de la cual se consigue con la conciencia de conocerse a uno mismo y su situación actual.
La conciencia se transforma a través de la libertad y la responsabilidad de uno mismo hacia su propia vida. Son parte de una búsqueda de la persona tanto interna como externa, esta búsqueda se externaliza preguntándonos “como” y no por el “porque”.
El sentido de propósito de cada hombre marca la razón de ser de su propia vida.